Localizada sobre el valle de la provincia del Gualivá en Cundinamarca, esta vivienda se implanta sobre la falda de una montaña. La correcta orientación permite dirigir su fachada principal al valle tropical que predomina en su entorno. Tres volúmenes disgregados para la construcción por etapas y correcto emplazamiento en el terreno se articulan mediante un corredor exterior apergolado que vincula las diferentes dependencias.

Todas las zonas sociales cubiertas y descubiertas como piscina y mirador, se localizan sobre la fachada principal que recibe sol de tarde durante todo el año. La generación de patios entre los volúmenes que conecta la pérgola permite ventilación cruzada, iluminación indirecta y vistas interiores ajardinadas para las alcobas. Su concepción volumétrica y estilo conllevan a identificar rasgos de la arquitectura tradicional campesina traducida en un diseño contemporáneo y sobrio.